Desde que se oficializó la creación de un nuevo torneo denominado como Superliga y bajo el precepto de ser una competición de élite restringida a los grandes clubes, han sido abundantes y multisectoriales las críticas que dicha competición ha recibido, emanando estas desde las Instituciones públicas, tanto nacionales como internacionales, clubs, asociaciones de clubs, aficionados, deportistas, etc.
En su carta de presentación, la Superliga pretende ser una competición internacional que ofrezca al espectador duelos del máximo nivel deportivo y, que también, maximice sus beneficios publicitarios y de derechos televisivos como consecuencia del atractivo mundial y masivo que tendrían cada uno de los enfrentamientos de la competición. Sin embargo, al tratarse de un torneo censitario, en el que una serie de clubes tiene su permanencia asegurada independientemente del resultado clasificatorio que obtengan en sus competiciones domésticas, la Superliga se caracteriza por romper con los principios de meritocracia y esfuerzo que constituyen y dan forma al propio concepto de deporte.
A pesar de todo, existe un verdadero motivo detrás del nacimiento de este nuevo formato competitivo. Tal y como dijo Florentino Pérez en su entrevista en el programa “El Chiringuito”, el fútbol es cada vez menos atractivo, especialmente para los jóvenes. Esto redunda en una disminución de la audiencia, lo que provoca, a su vez, la disminución de ingresos publicitarios, televisivos y comerciales para los clubes de fútbol. Esto propicia la imposibilidad de mantener el nivel de sueldos y de gasto en fichajes que se tenían en los tiempos anteriores al COVID - 19, que una vez más ha servido como acelerador de cambios estructurales en nuestra sociedad.
Así pues, se plantea una futura problemática para el mundo del fútbol, y esta reside en la falta de interés y atención de los jóvenes hacia este. Como sabemos, el fútbol se caracteriza por un fuerte sentimiento de pertenencia hacia un determinado equipo. Dicha afinidad se produce por distintos motivos tales como el lugar de nacimiento o la transmisión entre generaciones del sentimiento de una pasión por un club.
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